Año nuevo, vida igual

Año nuevo gerindotanos, y retomo el blog porque llega un año muy importante, año de elecciones municipales y autonómicas, lo que significa oportunidad de cambio. Ese será el objetivo principal de los cinco primeros meses del año, el seguimiento de la campaña electoral en nuestro municipio.

Pero aun no hay mucho movimiento electoral (oficial), excepto las ya típicas excentricidades del alcalde del pueblo, o las de su cura o pintorescos personajes públicos. Y para reírnos un rato, que para eso es el primer día del año y es festivo, os voy a contar una anécdota que ha protagonizado nuestro queridísimo párroco (ya que él entra en la vida pública y política del pueblo, pues supongo que no le importará recibir respuesta a sus comentarios). Ahí va:

En la pasada misa del día 25 el párroco anunciaba al pueblo que se suspendía el encierro programado para el día 31 por hacer regalos a los más necesitados. El dinero que se iba a gastar en ese encierro de vaquillas se destinará a comida para las personas que el Ayto. estime.

Hasta ahí todo "normal" (ahora explicaré porqué no me parece tan normal). El momento cúspide llega cuando dice que a los jóvenes de Gerindote les gusta mucho los cuernos, y que a algunos mayores también practican eso de los cuernos.

¡Que nos gustan mucho los cuernos!. Todo eso con su tono de suspicacia que no deja lugar a dudas de que aquello iba con segundas. Bueno con segundas, si fue descarado, iba de primeras a llamarnos infieles promiscuos.

He de decir que no me sorprende, este cura nos tiene acostumbrados a sus lecciones de moralidad del mismo valor que una sortija barata (que reluce por fuera para mostrar toda la suciedad que deja pasado un tiempo).

Y además de estas lecciones de moralidad por fascículos, tiene un segundo trabajo, el de pregonero municipal. Hace de fiel escudero del alcalde anunciando los bandos en misa (mira, es un ecologista, quiere ahorrar papel). Y que queréis que os diga, ¿que el alcalde va a preparar cestas para los más necesitados?. Ni de coña casualidad, serán cestas preparadas para aconsejar que hacer en las próximas elecciones, y pongo la mano en el fuego a que no me equivoco un ápice.

Y tras esta primera guindilla del año, me despido no sin antes desear un ¡¡feliz 2011!!.